martes, 12 de abril de 2005

03:30 a eme



No se puede hacer gran cosa cuando el cuerpo está aquí, pero a la cabeza le ha dado por irse a otra parte...
y el corazón sigue perdido.

El hastío sólo es provocado por retención de instantes
el remedio: dejar fluir.

Justo en este momento hay más de dos que me menosprecian por lo que hago
hay otros tantos pensando: "yo seguramente lo podría hacer mejor"
y seguramente una cantidad similar que me odian por no poder hacer algo así...

Y yo, sigo haciendo lo que hago
sin pretender darle gusto a nadie:
si acaso a mí mismo
sin hacer algo que le guste a alguien:
ni siquiera a mí mismo.



Esta noche el ser insomne promete letras, y pienso aprovechar: hoy escribo hasta que los dedos se duerman, hasta que los párpados no lo permitan más...

Es justo hoy cuando me doy cuenta que así como me pudieron haber lastimado el corazón así yo puedo hacer daño, a veces sin querer, otras con una inocencia parcialmente intencionada...
Han habido mujeres que llegan a mi vida, algunas alegan que fué la sonrisa, otras la locura (la cual no entiendo como otra cosa que actos racionales cometidos en desorden (ir)racional), otras aquél artista del que habíamos hablado, otras tantas las letras... lo cierto es que hoy no quiero eso, no quiero que me vean, ni la sonrisa, ni los ojos, ni la creatividad, mucho menos la locura, la única autenticidad verdadera de mi ser es la libertad, coartada únicamente por líneas que yo mismo voy marcando y borrando, según el color de tiza y el espacio que ocupo.
Mi libertad es mi tesoro más preciado, y aquél ser humano que pretenda atentar contra eso puede irse despidiendo de este soñador... por eso es que tengo alas y las cuido con el alma, por eso el corazón mismo tiene alas y suele salir de viaje cuando se siente amordazado...
Me doy cuenta del porqué llevo tanto tiempo solo, porque todas ellas de algún modo u otro pretenden atarlas, o bien, verme mientras vuelo desde el suelo, o echar a volar cuando yo ni siquiera he empezado a aletear.
Alguna vez comenté que requería con premura una maravillosa mujer que supiera lo que es volar, que entendiera a este viajero empedernido, al "loco" más cuerdo, a la creatividad por chispazos que deben cortar con todo aquello que se esté haciendo por que se puede ir, al subordinado empedernido de la moral y razones sencillas... al jinete de ballenas enamorado de las estrellas.
Lo triste del caso es que han sabido llegar, mujeres maravillosas, con alas de colores y longitudes varias, mujeres únicas que han valorado (incluso sobrevalorado) mi tiempo, mi espacio... y yo, simplemente no puedo, el terror se aferra a los músculos, la visión se nubla y prefiero volar, ser libre sin ser siquiera preso primero.
A todas ellas, las que aguantaron, las que esperaron tal vez sin pedir nada a cambio, las que quisieron y abrieron sus brazos para recibirme, por los encuentros, por todo el tiempo transcurrido y si acaso alguna lágrima... LO SIENTO.
Y es la terquedad que no deja, que no permite hacerlo, la falsa convicción de no tener convicciones adquiridas, el miedo atroz que pretende ser libre cuando ha puesto ya cadenas sobre las alas... no pretendo justificarme, menos me lamento, soy un ser humano que siente, pre-siente y se equivoca como todos, soy un necio que prefiere a ratos migajitas de cariño de un amor compartido a la felicidad ofrecida, soy un navegante que quiere conquistar los siete mares pero teme ahogarse si baja del barco. Soy Rodrigo.
A todas ellas, sepan que tienen un lugar especial en el corazón, que aquí estoy, aunque no sea en los términos predilectos (por ambos), que si algún dolor han sufrido por mi causa lo he de pagar, lo estoy pagando...

La verdadera cuestión
no es simplemente
encontrar a la que vuela
es, quizá
que ésa que vuela
también sepa aterrizar.



Rodrigo Soto
el flako mix
Citlalmacuauhtécatl
In Lakech

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