lunes, 14 de febrero de 2005

Lunes por la mañana

El señor que defiende fervientemente a los gays y que recién te ha pedido un cigarrillo es el que saca del letargo, cierras el nuevo libro y recuerdas cómo Taibo II te provoca escribir. El muy cabrón.

El día comenzó en un café (00 hrs.) en Lindavista, con Adrián Villagómez y su impresionante-tremenda-melodiosa-única voz, hace oídos sordos a tu petición de "amor veloz", aunque ya ha accedido a otras que no habías pensado antes.

Fuiste con Dafne, rechazando un par de ofertas de convivencia social, y es que ella ha muerto y revivido recientemente, echó a volar y vaya que dolió la estrepitosa caída. Ella siempre será prioridad.

--Llega el café, le siguen los chilaquiles, esbozas una sonrisa que no comprendes sino como el recordatorio de tu extrañas combinaciones culinarias.--

Después de terminados los chilaquiles -buenos, pero no los mejores- te entra la nostalgia de no estar crudo para dsisfrutar la picazón, sigues devorando la novela policiaca con pausas intermitentes para escribir.

La madrugada (y el amanecer) te sorprenden en casa de Dafne, ella necesitaba hablar y tu también, los corazones reclaman depurarse. Recuerdas los puntos en común, las proximidades y por qué sigue siendo maravillosamente interesante verla, escucharla, leer sus ojos.
"Mejor encabrónate, es más fácil vencer al enojo que a la tristeza"

Subimos a dormir apenas hora y media, la situación actual no permite más y partes hacia casa, los ojos que se vasn cerrando y las piernas que han aprendido el camino de regreso de memoria, ellos son los que llevan, tú ya no.

Al tomar el bus que te ha de acercar a casa te demoran el cambio, la viejecilla que ha subido después lo proporciona. Te das cuenta que en vez de la dorada moneda de 50 cts. ha dado una ficha del mismo color que dice "*video juegos* *Magic Play*"... piensas en delatarla pero abandonas la idea de inmediato. Voltear a verla con mirada cómplice, sonreír y resguardar la ficha en el bolsillo. En la ciudad de la esperanza cualquiera es válida.

El tercer cigarrillo, llegar a casa y dsormir. Interrupción para el desayuno, que se consume más por necesidad que por ganas, volver al sueño intermitente.

Te levantas tarde, tanto que has quedado mal para una cita y te lamentas, baño fugaz y la llamada esperanzada para que por hoy no todo esté perdido. Y está.

Salir a la calle sin rumbo fijo, para este momento has fallado dos veces. Ya después vendrá el tiempo de pensar en las disculpas. En camino a la colonia Roma.

Andar viejos pasos y regresar en tiempos y espacios, rutas dsesgastadas y el apacible domingo que contagia soledad, la Roma se vislumbra un tanto tétrica los domingos por la tarde, serán las calles vacías. Refugio en uno de los primeros cafés que conociste en ésta colonia, comer y beber, fumar y leer, escribir casi por inercia.

La hora se aproxima, probar las tarjetas telefónicas halladas en el viejo cajón, para concertar la última cita del día, dejar de aplazar un cambio superficial que ha tomado tanto tiempo... espero alguna tenga crédito.

Hay suerte con la primera, quedamos y falta una hora para la cita, el Parque México y más café, la soledad se empieza a comportar simpática. Llega la hora y camino hasta el lugar... "Aguascalientes núm..." no se por qué presiento que algo no anda del todo bien...

Y estuvo bien, pero no del todo, una cita incompleta, bastante dolor por el cambio que se anuncia próximo, sin embargo buena compañía. De vuelta a casa y la pelea con el micrero por la tarifa elevada, aún a pesar de la hora yo insisto en que es un robo...
Sigo leyendo y leyendo, Taibo II me atrapa de nuevo, así que el día que comencé la novela la termino, ya para la madrugada... sueño y dormir, esperando que hoy sea un mejor día.

el flako mix
Citlalmacuauhtécatl
In Lakech

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