viernes, 15 de julio de 2005

Un pequeño suicidio

La desición de salir a vivir lejos de casa es equiparable, según profundas reflexiones frente a la laguna, a un pequeño suicidio, y es que cuando te mudas tan lejos (y me refiero a cambiar de estado, ciudad o incluso de país), la vida de los demás sigue... y la propia también.

Esto es: al salir de casa, tienes una reputación que tanto sexo, sudor y sangre te han costado, eres alguien allá afuera, tienes conocidos, lugares a los que sabes que por lo menos una parte de ti pretenece... pero aquí no hay nada de eso, no conoces a nadie y por consiguiente nadie te conoce, nadie sabe lo que te gusta o disgusta, si tuviste un pasado duro o feliz... eres como una hoja en blanco de nuevo, hay que recomenzar a ganarse cierto lugar en corazones ajenos, contar historias que creías no volverías a contar... y un interminable proceso equiparable a un nuevo nacimiento...

Y escribo de suicidio por que eso mismo es lo que pasa con la gente a la que dejas, aquéllos que te quieren en el lugar que dejaste... el único modo de permanecer en sus vidas es estando ahí... al "morir" ellos continúan, siguen estudiando, creciendo, enamorándose... y tu sin saber dónde estudian, sin conocer al amor que por fin ha llegado a su vida... y no es que esté muerto del todo... por desgracia/fortuna sólo estás lejos... y solo.

Y bien, escribo sobre el trabajo y lo maravilloso que es, el ver y tener delfines tan cerca, verlos dar piruetas en el aire y hacer sonidos indescifrables, tomar fotos y ahora sí estar con compañeros con los que se podría dar algún tipo de amistad (exceptuando, por supuesto, mi antiguo jefe), vuelvo a convivir con mujeres (que buena falta ya me hacía), el paraíso pre-fabricado y aún así tan hermoso, una isla mágica rodeada con delfines, habitada por tucanes, guacamayas y changuillos, osos perezosos, leones marinos, manatíes y mantarrayas... y lo disfruto tanto... trabajo casi todo el día por allá, termino extenuado y a la vez tan satisfecho...

Hoy... y hoy, fué un día fenomenal, P. y yo fuimos a una marina (algo así como un mini-puerto donde hay kayacs, lanchas, hobbie-cats y etc.), salimos a dar una vuelta por Nichupté en hobbie-cat, dimos un recorrido larguísimo-algo-terrorífico por que se sabe que en la laguna hay cocodrilos, estuve atorado varias veces por lo difícil del recorrido... y viajar en lanchas de motor, saludar a los turistas... cobrar el finiquito del hotel donde trabajaba y regresar a la casa... solo para tomar un baño e irnos más tarde de reven...

Ahora sí, parece que por fin, CASI todo se está solucionando... hoy soy FELIZ.



el llanero solterón extasiado y preparándose para luchar vs. Emily
In Lakech

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