martes, 5 de junio de 2007

Anger Management


(originalmente este post debiera estar en mayo, por ahí del 25, pero como luego no tengo tiempo de escribir, recién hoy lo terminé (y seguro no lo iban a leer), además tengo el de cuando me abrieron la cabezota, que sigue en el refrigerador pero que apenas lo acabe lo subo, i promess...)

Hay quien dice que tengo problemas de conducirme violentamente por la vida, si por que contesto con "qué pasó?" (presuntamente traducido como: y ahora qué quieres??), por que me llevo un poco pesado con mis amigos, y en general no soy precisamente tierno...

Ayer me dí cuenta que en algo podrían tener razón los que dicen eso:

Llegué en la mañana a la escuela, muy rozagante yo me dirigí hasta la máquina expendedora de café (ni tan rozagante, la neta es que estaba semi-dormido) que está en el área de posgrado (hay dos máquinas de café en la escuela, no tenemos cafetería... si, believe it or not.), luego entonces saqué mis democráticos $5 para realizar la transacción, los introduje en la máquina y me dí cuenta que me quedaba un pesito en cambio, hasta ahí todo bien...

La máquina en cuestión te recibe con una pantallita donde se lee "En Servicio", luego introduces el dinero, aprietas el botón al lado del nombre de la bebida de tu elección, esperas a que lo prepare la máquina y tan tán, después de como minuto y medio tienes tu café capuccino o americano o mokka, o así...

Cabe mencionar, antes de contar el trágico acontecimiento, que ya en más de una ocasión la mentada máquina me había dado "gato por liebre" o mejor dicho, leche caliente azucarada después que yo muy correctamente apretaba el botón de Capuccino, y con todo, solo se llevaba alguna maldición dicha máquina... bueno pues:

Total que había metido el dinero, luego elegí el botón al lado del letrero donde se leía "Café Capuchino", lo apreté y entonces en la pantalla se leyó algo como "15@:_Serv" o algo así, luego entonces después de mi cara de "qué pedo???!!!", luego la máquina cambió el letrero por algo que decía como "Calentándose" (yo pensé... bueno, se está calentando mi café)...
Luego entonces el letrero volvió a cambiar a "En Servicio", como al principio!!! y el calentado entonces fuí yo... procedí primero a apretar el botón de regreso de cambio: nada, luego de nuevo el botón de café: nada, luego otra vez en el mismo orden, y después del café salió "Bebida Selleccionada", "precio: $5.00"... Precio $5???!!! pero si ya lo había pagado!!!

Volví a apretar el botón del cambio, unas 3 veces, después realicé el movimiento de "zarandeo de máquina" hacia adelante y atrás sin resultado alguno, luego otra vez apreté el botón de cambio, ya mas fuerte, y nada... hasta que le metí un golpe... y el botón quedó sumido... zas! luego como que intenté sacarlo de donde estaba y nada, así como metiendo la uña en el mínimo espacio entre el botón y el borde del agujero y nada...

Acto seguido metí las manos a los bolsillos, desvié la mirada al firmamento y silbé alguna melodía mientras me alejaba del lugar del atentado...

En otro incidente, el mismo día, mientras estaba muy casi cómodamente trabajando en mi restirador, sentado sobre mi banco de madera que compré hace un rato al mismo tiempo que mi restirador en una tienda que vende hartas cosas de diseño y arte y algo para oficinas pero que más más es conocido por vender papeles, los muchos, los pocos y otros que no encuentras en otro lugar, comencé a tambalearme un poco, movido al ritmo de la música que salía de la computadora...

Pues así estaba yo meciéndome al compás de alguna rola, cuando derrepente me hice hacia el lado izquierdo un poco más de lo normal, y luego más y más y m...adres! tremenda caída desde como un metro de altura al suelo, cayendo con el codo izquierdo por delante, luego ipso facto las manos a la cabeza, pues la escuadra y el lapicero que sostenía con las manos salieron volando por los aires...

Me levanté muy calmadito, sobándome el codo (sin importar aquél que dijo alguna vez que era de buena suerte golpearse el codo), y una vez que me dí cuenta que no se había roto nada, que no estaba yo desarmado del todo, volteé a ver el cadáver del banco, que yacía en el suelo, desarmado... y que mi enferma cabeza pudo casi ver un rostro en el banco con una mueca, y un globito como de historieta que decía "ja ja ja"

Lo agarré a patadas despiadadamente.


...necesito terapia urgente



el llanero... pissed off
In Lakech

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